lunes, 19 de diciembre de 2016

Sanar en la distancia con SAAMA

Para hacer una sesión de SAAMA, sanación cuántica, no necesitamos que la persona esté presente, tampoco necesitamos conocerla, unos simples datos y unos síntomas son suficientes para proceder a una sesión de sanación. Aunque hay cosas que parecen nuevas, no lo son, este tipo de sanación se ha hecho siempre, pero el ser humano ha olvidado su poder de sanar y sanarse, hemos relegado nuestros potenciales a otros sistemas de curar y nos hemos hecho dependientes, nos hemos olvidado de mirar dentro de nosotros. Se han perdido muchas enseñanzas de nuestros mayores.
Yo provengo de una abuela que ya sanaba a distancia, ella pedía una prenda de ropa de la persona para hacerle como ella decía "un requisito", ella tenía su propia manera de sanar, sus rituales... hoy en día aún tengo a mi alrededor personas que me cuentan lo que mi abuela hizo por alguno de su familia, yo también soy testigo de sus sanaciones instantáneas, lo que se diría un milagro o una curación espontánea.
Siempre me llamó la atención el poder del Ser humano, el poder de la mente y doy gracias a la vida por poner en mi camino a Veturián Arana, creador del método de sanación SAAMA y aprender su metodología, que yo practico a distancia por la facilidad de llegar a cualquier parte del mundo.
En estos momentos llega a mi mente aquella frase que dice: "No soy digno de que entres en mi casa, pero una palabra tuya bastará para sanarme", ¿esto no es sanación a distancia?
Tenemos las preguntas pero también tenemos las respuestas. 
Se nos ha otorgado el poder de ser canales para que la información transcienda, sólo hay que sacarla a la luz, destaparla, darle el lugar que le corresponde y las gracias por haber sido parte nuestra durante el tiempo que fué necesaria.
 A veces esa información tiene que gritar para ser oida y sanada, tenemos que sentirnos hartos de estar mal para empezar a escuchar a nuestra alma y en ese deseo de cambiar buscamos una solución, quizás sea así como las personas llegan a contactar con otras maneras de sentirse mejor, unos últimos recursos, un no saber que hacer ni a donde ir, entonces empezamos a abrirnos a otras posibilidades de sanar. 
SAAMA es una de esas tantas posibilidades para llegar al No-consciente y amar lo que nos produjo dolor y que teníamos olvidado y al salir a la luz quedan borradas las emociones que tantas y tantas veces se han repetido durante nuestra vida y que ni siquiera sabemos que ha ocurrido o que se han quedado en nosotros.

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